domingo, 27 de marzo de 2011

¿QUÉ QUIERE DECIR QUE LOS AUTORES (LOS EVANGELISTAS) FUERON INSPIRADOS POR EL ESPÍRITU SANTO?

Antes de responder cito el siguiente aspecto: en muchísimos cuadros se representa a los escritores de la Biblia sentados, con un pergamino, pluma en mano, y escuchando al Espíritu Santo, que les está dictando lo que deben escribir y que después será Palabra de Dios.

Preguntamos: ¿están bien estos cuadros, sí o no?… Y la respuesta es al tiempo sencilla pero paradójica: pues sí, y pues no.

Son acertados, ya que expresan una gran verdad: su escrito está inspirado por Dios, que se hace responsable de él y nos lo entrega como su Palabra.

Pero se equivocan al mencionar que el Espíritu dicta, como si se tratase de un jefe hablando a una secretaria: el Espíritu Santo no dicta nada, porque el escritor discurre por su cuenta y pone lo que desea; no obstante todo lo que ha escrito ha sido bajo la acción del Espíritu Santo, que se hace responsable de toda la escritura.

Con esto, entramos en lo referente a la Inspiración.

¿Qué en tendemos por Inspiración?… Con esta palabra se quiere expresar la acción del Espíritu Santo, que movió a los evangelistas a redactar lo que el mismo Espíritu Santo les impulsaba a escribir.

Con esto, se quiere mencionar que los evangelios tienen dos autores: el hombre que lo escribió y el Espíritu Santo que invisiblemente le empujaba a hacerlo.

Pero, ¿cómo? No se puede pasar por alto lo siguiente: no es lo mismo Revelación que Inspiración. Por ejemplo:

El ángel se aparece a María y le revela que Dios se quiere encarnar en su seno. María escucha atenta, consiente, y queda convertida en la Madre de Dios.

María ha tenido una revelación, y ha acogido la palabra de Dios. Sin embargo, no ha tenido la inspiración de que ahora hablamos.

Años después, aparece Lucas, después de la Ascensión de Jesús, y se encuentra en la Iglesia de Jerusalén con la narración de aquel hecho que contó María a los apóstoles más íntimos. Y este, al redactar su Evangelio, pone por escrito lo que le han contado. Lucas ha investigado, ha discurrido, se ha cerciorado de la verdad contada por María, y se decide a escribirla con su estilo tan atildado. Escoge las palabras más apropiadas para narrar tal acontecimiento. Y así es que se tiene este único relato.

¿Qué hay en él? La Palabra de Dios que se le dio a María por una revelación conservada en la Iglesia, y ahora puesta por escrito por inspiración del Espíritu Santo, el cual movió a Lucas, sin que el mismo Lucas lo notase, a escribir según sus capacidades, lo que él mismo descubrió e investigó.

¿Quién es, por lo mismo, el autor del relato referente?

Ambos: Lucas y el Espíritu, cada cual actuando a su modo.

Y así son en general, los evangelios, las cartas y toda la Escritura.

Por medio del ejemplo tratado, vemos que no es lo mismo Inspiración que Revelación. María tuvo una revelación más no estaba inspirada, y Lucas estuvo inspirado sin recibir ninguna revelación directa.

Es así como ocurre con los Evangelios, cartas y otros escritos de la Iglesia en la época apostólica. La Revelación plena, total, vino por Jesucristo. Los apóstoles y los demás testigos narraban todo, y posteriormente los evangelistas (los mismos apóstoles o sus discípulos) recogían aquellos recuerdos y sucesos presentes en la vida y memoria de la comunidad cristiana, discurrían como Pablo sobre lo que sabían y habían aprendido, lo ponían por escrito, y ahí tenemos esa maravilla del Nuevo Testamento.

La Revelación fue de Jesucristo. La Inspiración, del Espíritu Santo. Cada quien redactaba según su propia forma. Pero el Espíritu, sin que fuese notorio directamente, impulsaba la pluma de los escritores, respondía por lo escrito y es así, que ha llegado hasta nosotros, pura del todo, la vida y obra del Señor Jesús.

Así se entiende y asimila aquella aclamación litúrgica: ¡Palabra del Señor! ¡Gloria a ti, Señor Jesús!

En conclusión:

- El autor principal es el Espíritu Santo, pero él, sin aparecer para nada, escribía, y cada hombre-autor, escribía según sus facultades, con plena libertad. No era robot. Discurría a su manera, ponía y quitaba lo que le venía bien, de modo que todo el escrito le es propio. Pero era muchísimo más propio del Espíritu Santo, el cual dirigía de tal modo al escritor, que éste no ponía nada más que aquello que quería el Espíritu Santo. Por eso la Biblia entera contiene la Palabra de Dios, porque toda ella está inspirada por él.

CUADRO COMPARATIVO DE LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS

ASPECTOS DE MAYOR RELEVANCIA

CONNOTACIONES PARTICULARES

MATEO

MARCOS

LUCAS

AUTOR

Pese a que se señala a Mateo el apóstol, no hay pruebas que confirmen esta hipótesis.

El autor, es un cristiano de origen judío, conocedor de las escrituras, al mejor estilo rabínico.

Probablemente es Juan “Marcos”, compañero de Pablo, se le menciona después como secretario de Pedro, de quien tomaría, aunque no únicamente, el testimonio sobre el cual redactó su evangelio.

Atribuido a Lucas, compañero de Pablo (Ireneo). El autor conoce las comunidades de origen pagano (Antioquía). También se le menciona como médico e incluso mucho después, como pintor.

SÍMBOLO

Es representado con la imagen de un hombre (genealogía humana de Jesús) transformado luego en ángel (anunciación)

Según la explicación de san Jerónimo, El León, en alusión al vestido y el grito de Juan el Bautista en el desierto.

Representado por un Toro, en referencia al sacrificio de Zacarías, mencionado al inicio del evangelio.

FECHA

Probablemente entre los años 70 – 90 dC. (posterior a la toma de Jerusalén)

Situado entre los años 64 – 70 dC. (prisión de Pedro y toma de Jerusalén)

La década del 80 dC., es la más probable para su composición.

DESTINATARIOS

Dirigido a creyentes conversos del judaísmo. (Siria – Palestina, Antioquía)

Los cristianos no judíos de Roma, adaptando su lenguaje al de estos.

Dirigido a aquellos cristianos provenientes del paganismo, principalmente griegos para quienes adecuan su lenguaje.

GEOGRAFÍA

Desde Galilea se inicia el anuncio al mundo. No hay oposición con Jerusalén.

Galilea opuesta a Jerusalén. En la primera predica y es escuchado. En la otra es rechazado y muerto.

Toda la obra de Jesús inicia y concluye en Jerusalén. Galilea es una referencia (subida a Jerusalén).

ARGUMENTO

Es el clásico sinóptico. Recorrido global por la vida y obra de Jesús, presentado como el Emmanuel, cuya muerte y resurrección, dan cumplimiento a la Escritura.

Se dedica más a reflejar los actos de la vida de Jesús, los signos que invitan a la conversión, empezando en el Jordán y concluyendo en Galilea, sin olvidar al Centurión en la cruz.

La salvación dada por Jesús es para todos los hombres, incluso los paganos y es labor de la Iglesia, dársela a conocer.

ESTILO

Posee un griego más pulido que el de Marcos, es más una adaptación del arameo original. No es tan cronológico, sino literario.

Posee un griego brusco, poco pulido, recurre mucho a los diminutivos, da más espacio a los hechos que a los discursos.

En el escrito se refleja la cultura y sofisticación del lenguaje, el griego usado es elegante y pulcro.

ALGUNAS CURIOSIDADES Y DATOS. EVANGELIOS SINÓPTICOS


PREGUNTAS SOBRE LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS

A PARTIR DE: INTRODUCCIÓN A LOS EVANGELIOS. PEDRO ORTÍZ VALDIVIESO SJ.

CAPÍTULO 1. (MATERIAL NARRATIVO)

1. ¿qué material se encuentra en los tres evangelios?

R=/ sumario de la predicación de Jesús (4, 12. 1, 14. 4, 14); llamado apostólico (4, 18. 1, 16. 5, 1); el ayuno (9, 14. 2,1 8. 5, 33); la pasión (21, 1. 11, 1. 19, 28); bautismo de Jesús (3, 13. 1, 9. 3, 21); transfiguración (17, 1. 9, 2. 9, 28); sermón escatológico (24, 1. 13, 3. 21, 1), etc.

2. ¿qué material está en dos evangelios?

R=/ el siguiente:

a. Mateo y Lucas: genealogía de Jesús, expulsión de un demonio ciego y mudo, condiciones de seguimiento, tentaciones de Jesús, cómo orar, relato sobre el Bautista, exclamación a Dios, las bienaventuranzas, anuncio a Jerusalén, etc.

b. Mateo y Marcos: enseñanza en parábolas curaciones en Genesaret, curación de la hija de la sirofenicia, 2° multiplicación de los panes, la higuera, el regreso de Elías, unción en Betania, aparición a las mujeres y a los once en Galilea, etc.

c. Lucas y Marcos: sumario de la actividad de Jesús, demonio en Cafarnaúm, respuesta sobre la misión de Jesús, el exorcista independiente, el óbolo de la viuda, ascensión de Jesús.

3. ¿qué material está solo en un evangelio?

a. Mateo: anunciación a José, los magos, huida a Egipto, matanza de los inocentes, curación de dos ciegos, la cizaña, profesión de fe de Pedro, el tesoro escondido, oración común, sermones misional, en parábolas y eclesiástico.

b. Marcos: curación junto al lago, curación de un tartamudo, el grano que crece solo, etc.

c. Lucas: anunciación a Zacarías y a María, nacimiento y circuncisión de Jesús, María e Isabel, enseñanza en el templo, los diez leprosos, el hijo de la viuda de Naín, los 72 discípulos, Jesús y Zaqueo, el buen samaritano, el rico y Lázaro, el amigo importuno, etc.

4. ¿qué material de la infancia está en Mateo y cual en Lucas?

R=/ es el siguiente:

a. Mateo: nacimiento de Jesús, vista de los magos, huida a Egipto, matanza de los inocentes, establecimiento en Nazaret.

b. Lucas: nacimiento y circuncisión de Jesús, Jesús se queda en el templo.

5. ¿qué milagros no están en Marcos?

R=/ expulsión del demonio mudo, expulsión del demonio ciego y mudo, resurrección del hijo de la viuda, Pedro salvado en el lago, los diez leprosos, curaciones de la mujer encorvada y del hidrópico, pesca abundante de Pedro.

6. ¿qué relato de misión no está en Mateo y Marcos?

R=/ el envío de los 72 discípulos.

7. ¿qué respuesta a una pregunta no está en Lucas?

R=/ la referente al regreso de Elías.

8. ¿qué comentarios de Jesús no están en Mateo?

R=/ sobre escoger los primeros puestos y el óbolo de la viuda.


CAPÍTULO 2. (DISPOSICIÓN DE LA MATERIA)

¿qué elementos nos sirven para clasificar la estructura de los evangelios?

a. Elementos formales: repetición y orden similar,

b. Elementos de contenido: apuntan al significado, dependen de la interpretación

c. Ejemplos: los discursos, la pasión y la resurrección (en lo que más concuerdan los tres)

2. ¿cuál es el criterio para la distribución de la materia en Mateo?

R=/ por agrupaciones sistemáticas (grandes discursos, formulas introductorias y conclusivas, el énfasis en las palabras del Señor.)

3. ¿cuáles son las características de la disposición de la materia en Mateo?

R=/ organización por discursos (monte, misión, parábolas, eclesiástico y escatológico)

4. ¿cuál es el criterio para Marcos?

R=/ pese a no haber elementos formales claros, se toman elementos geográficos o de contenido a fin de distinguir las dos grandes divisiones que en él se perciben.

5. ¿cuáles son las características de Marcos?

R=/ se centra en dos grandes bloques:

a. El Bautista, quien es Jesús, y el llamado apostólico

b. La misión de Jesús, pasión muerte y resurrección, apariciones (adición posterior)

6. ¿cuál es el criterio para Lucas?

R=/ dado que es difícil percibir en él criterios formales, se han propuesto estructuras con elementos de orden topográfico (se centra en Jerusalén), teológico (el anuncio del reino, la misión apostólica, etc.)

7. ¿cuáles son las características de Lucas?

R=/ se ve un orden en el que aparece: el tiempo de Israel (1, 1 – 3, 20), el tiempo de Jesús (3, 21 – 24, 53) y el tiempo de la Iglesia (Hechos de los Apóstoles)

8. ¿semejanzas y diferencias entre los tres evangelios?

R=/ las siguientes:

a. Semejanzas: el uso del griego común como lengua de composición y el influjo arameo en algunos aspectos: amén elohí, rabbi, etc. El griego de Lucas es el más refinado, el de Mateo es de una traducción del arameo (probablemente) y el de Marcos es más popular.

b. Semejanzas: concordancia, si bien no en el orden, si en el mensaje global (anuncio del reino, llamado apostólico, misión, pasión y resurrección)

c. Diferencias: mientras que Mateo se caracteriza por ser más uniforme y conciso, Marcos es más pintoresco, se preocupa por los detalles, es más popular.

d. Diferencias: Lucas, evita términos populares de Mc, y los sustituye por otros de orden más clásico. Es equilibrado y armonioso, es decir, no es muy rígido (Mt.) ni muy pintoresco (Mc.)

CAPÍTULO 2 (DICHOS)

1. ¿qué dichos están en los tres evangelios?

R=/ dichos argumentativos

a. sobre la luz (5, 14. 4, 21. 8, 16)

b. el escándalo ajeno (18, 6. 9, 42. 17, 1)

c. sobre la sal (5, 13. 9, 50. 14, 34)

d. el Mesías (22, 41. 12, 35. 20, 41)

R=/ dichos apelativos

a. no juzgar (7, 15. 4, 24. 6, 37)

b. el seguimiento (16, 24. 8, 34. 9, 23)

c. los fariseos (15, 5. 8, 14. 12, 1)

d. no ser como los fariseos (23, 1. 12, 37. 20, 45)

R=/ dichos proféticos

a. sobre el juicio (7, 1. 4, 24. 6, 37)

b. la venida del Hijo del Hombre (24, 17. 13, 14. 17, 22)

c. primer anuncio de la pasión (16, 21. 8, 31. 9, 22)

d. segundo anuncio de la pasión (17, 22. 9, 30. 9, 43b)

e. tercer anuncio de la pasión (20, 17. 10, 32. 18, 31)

f. anuncio de persecución (10, 17. 13, 9. 12, 11)

g. destrucción del templo (24, 1. 13, 1. 21, 5)

2. ¿qué dichos están en dos evangelios?

R=/ Mateo y Lucas

a. El árbol y los frutos, el ciego que guía a otro ciego, el tesoro del corazón, los discípulos representan a Jesús, el espíritu que vuelve, el ojo, ser digno de Jesús, sobre la Ley, el discípulo, el anuncio del reino, la ira, el divorcio, no volver mal por mal, amar a los enemigos, Jesús enseña a orar, pedir a Dios, la puerta estrecha, los falsos profetas, obreros, a quien temer, las bienaventuranzas, conocer las señales, quien entrará al reino, confesar a Cristo, anuncio a Jerusalén, lo oculto será conocido, Jesús causa de disensión, etc.

R=/ Mateo y Marcos

b. Que hace impuro al hombre, el escándalo propio.

3. ¿qué dichos están solos en un evangelio?

R=/ los siguientes:

a. Mateo: la justicia superior, la oración en común, el juramento, la autoridad apostólica, la limosna, la oración, el ayuno, no profanar lo santo, la regla de oro, el seguimiento, corrección fraterna, sermones misional, en parábolas, eclesiástico y escatológico.)

b. Marcos: comparación: el grano que crece solo.

c. Lucas: la fidelidad, invitar a los pobres, contra los fariseos, contra los ricos.

4. ¿qué parábolas no están en Mateo?

R=/ el buen samaritano, el rico insensato, el rico y el pobre, el fariseo y el publicano, los dos deudores, el grano que crece solo, el amigo importuno, los siervos y el señor, la higuera estéril, la torre, el rey que va a la guerra, la dracma y el hijo perdidos, el administrador infiel, el señor y su siervo, el juez y la viuda.

5. ¿qué dichos argumentativos no están en Lucas?

R=/ la justicia superior, qué hace impuro al hombre, la oración en común.

6. ¿qué dichos autoritativos no están en Marcos?

R=/ la ira, los malos deseos, el divorcio, el juramento, no volver mal por mal, amar a los enemigos y la autoridad apostólica.

7. ¿qué dichos apelativos no están en Mateo?

R=/ la invitación a los pobres que figura en Lucas.

8. ¿qué dichos proféticos no están en Mateo y Marcos?

R=/ los siguientes:

a. Mateo: contra los fariseos, contra los ricos.

b. Marcos: las bienaventuranzas el macarismo a los discípulos, juicio a la generación, contra los fariseos, conocer las señales, quien entrará al reino, confesar a Cristo, la blasfemia contra el E. S., contra los ricos, contra tres ciudades, anuncio a Jerusalén, lo oculto será conocido, Jesús, causa de disensión, etc.

LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS. UN ACERCAMIENTO


Y tomando la Palabra, le anunció la Buena Nueva de Jesús. (cf. Hch. 8, 26 – 40) A simple vista, es de presumirse que en el fondo, más allá del hecho mismo que se describe, lo que llama la atención, es la consecuencia derivada del mismo, es decir, que para poder lograr el objetivo, se parte de sucesos o historias precedentes. Este pequeño ejemplo, es solo uno de tantos, que a lo largo de los Evangelios Sinópticos, nos ilustran de forma objetiva, y en ocasiones, paradójica, sobre la persona y el entorno en el cual, Jesús se da a conocer y transmite por ende, el mensaje salvífico.

1. Narrativa evangélica

A la hora de acercarnos a los evangelios, es importante tener en cuenta que pese a describir los hechos más cercanos que se conocen de Jesús y su obra (principalmente los relacionados con su misión), es necesario siempre recurrir a la narrativa en todo su conjunto, dado que estos, más allá de provenir de fuentes y contextos diversos, tienen en común una característica especial: partiendo de lo que en ellos se encuentra consignado, se busca” transformar”, llevar a la conversión en quien(es) lo atiende(n), por lo tanto, se ve una clara relación entre el Kerigma y la narrativa. Como es esto: el Kerigma: anuncio del mensaje salvífico, parte inicialmente de la experiencia viva de aquellos que conocieron directamente a Jesús, la cual, con el paso de los años, a fin de preservarla lo más fiel posible, fue transcrita sobre el papel. Llegados a este punto es necesario enfatizar en que pese a que ahora el mensaje esté plasmado, no por ello pierde su ser narrativo. Lo mismo podría decirse de otras tantas obras, no por ser escritas, dejan de ser narradas y transmitidas. Constantemente, el evangelio se encuentra en una posición única: el balance entre Kerigma e Historia, permite a quien se acerque a él, descubrir modos cada vez más actuales y comprensibles de aquello que siempre Dios, quiere decir al hombre de todos los tiempos, con lo cual, se cierra la posibilidad de encasillarlo en una mera formulación teológica; así, la revelación está siempre ligada al devenir de la historia, desechando todo concepto absolutista y radical sobre Dios, de tal forma que todo razonamiento sobre el ser divino, antes que ser descabellado, se hace imprescindible. Si bien es cierto que por el evangelio se cree, también la razón puede acercarse a él, aunque eso sí, no totalmente, lo cual se refleja en las dos posiciones del lector frente a los evangelios. Ya que se puede leer observando solamente, o introducirse como un actor más en medio de lo que allí se narra.

Partiendo de lo anterior, es comprensible que así, como hay personas que se ponen de frente al texto evangélico con el fin de estudiarlo racionalmente, hay otras que lo hacen parte de su vida. Es cierto que se pueden asumir ambas posturas, lo importante en este caso, es tener claro qué se busca. Solo conocer, o vivir.

2. Sanas dificultades

Puede ocurrir que al momento de acercarnos a los evangelios, principalmente los sinópticos, dada su similitud en mucho de su contenido, nos preguntemos si en verdad, lo que allí está plasmado corresponde con la intención inicial de quienes los redactaron, en cuanto al anuncio salvífico de Cristo, o se limita, como sostienen quienes dudan de su autenticidad, a meras narraciones espectaculares que pueden rayan con el mito, desvirtuando por completo la finalidad primera.

Pues bien, los evangelios, no expresan de tajo opiniones individualistas, si bien sus autores son diversos, el mensaje que transmiten apunta en la misma dirección: el anuncio de la salvación, dada en y por Jesús. Si bien en algunos pasajes (no cito cuales, lo dejo al lector) no hay cohesión, no por ello carecen de pleno valor y relevancia. Por el contrario, reafirman que cada uno, desde la propia experiencia, da a conocer a Cristo al unísono.

Además, es necesario no olvidar que si bien los evangelios, transmiten de primera mano el mensaje, el kerigma, no lo manifiestan de tajo en todas sus líneas, dado que es, tanto quien predica, como quien atiende, los que deben descubrir constantemente como Dios, en Jesucristo, ha liberado al hombre y le ha mostrado el camino de la plena salvación aun en medio de las dificultades más extremas, donde la alegría del anuncio, es capaz de superar las barreras más férreas de la vida misma.

3. Tres versiones de una misma historia

3.1. Mateo: redactado aproximadamente entre los años 70 – 80, tiene como finalidad exponer, la vida y obra de Jesús, presentado como el Emmanuel, cuya muerte y resurrección, dan cumplimiento a la Escritura; su estilo se caracteriza por la pulcritud (a diferencia de Marcos), el orden de los sucesos y un enfoque de corte eclesiológico y escatológico.

3.2. Marcos: el primero de los evangelios del que se tiene referencia, está fechado aproximadamente en el año 65, dirigido a los conversos de origen romano. Se dedica más a reflejar los actos de la vida de Jesús, los signos que invitan a la conversión, empezando en el Jordán y concluyendo en Galilea, sin olvidar al Centurión en la cruz. Es un texto de estilo sencillo, poco pulido en el lenguaje y hasta “coloquial”

3.3. Lucas: la década del 80, es la época más probable para su composición. Se centra en afirmar que la salvación dada por Jesús es para todos los hombres, incluso los paganos y es labor de la Iglesia, dársela a conocer. En el escrito se refleja la cultura y sofisticación del lenguaje, el griego usado es elegante y pulcro, de ahí que sus destinatarios (véase Teófilo) sean conversos provenientes del paganismo griego.

Hay quienes se preguntan si tres versiones (cuatro incluyendo a Juan) son algo escandaloso o de por sí innecesario. Pues, hay que decir que ni es exagerado, ni mucho menos irrelevante, ya que entre más fuentes de conocimiento sobre Jesús y su obra haya, más se puede abordar y discernir. Ahora bien, aunque los cuatro evangelios buscan dar a conocer la vida y obra de Jesús, tratando de abordarla en los aspectos más relevantes, hay que decir que a medida que iban apareciendo, cada uno buscaba, sustituir al anterior. No se trataba de complementarlos, sino de ocupar el lugar de su predecesor, eso sí, sin desecharlos ni dejarlos en el olvido, pues se debe tener en cuenta que incluso se alimentaron entre sí, al momento de su composición, con excepción de Juan, que por poseer características diferentes, no por ello diverge de los demás en su intencionalidad.

4. Es posible…

Si bien en los comienzos de la Iglesia, además de los cuatro evangelios que hoy conocemos había gran cantidad de escritos similares, es importante destacar que pese a esta situación, fue posible discernir el por qué solo admitir los que conocemos actualmente: se partió de su origen apostólico (si bien hoy se puede decir que probablemente no fueron redactados por los autores allí mencionados, si es posible su conexión con aquellos que conocieron de primera mano a Jesús, su vida, obra y mensaje), la cohesión de su contenido, y el énfasis específico en la obra salvadora de Cristo, su uso en la gran mayoría de las comunidades surgidas de la predicación apostólica (aprox. Años 150 – 175 dC.). Fue a partir de los aspectos ya mencionados, que la Iglesia, asumió estos textos (Mateo, Marcos, Lucas, Juan) como el Evangelio que contenía, de modo más cercano y coherente, los aspectos más importantes del mensaje transmitido por Jesús, mientras que los demás, solo generaban polémicas frecuentes, por su origen, contenido y desvío de las fuentes primarias de la revelación de Cristo.

Frecuentemente entre la gente del común parece una frase que es necesario aclarar, y es que hay cuatro evangelios, como si entre ellos, se contradijeran en lo esencial. Al contrario, el evangelio es uno solo, de eso no hay duda, simplemente, son cuatro versiones, experiencias y conocimiento del único Jesús, Dios hecho hombre, salvador. Esto ya la Iglesia desde los comienzos lo reconoce ( Ireneo de Lyon, Orígenes) sobre todo teniendo en cuenta que al ser de origen diverso, no se limitan únicamente a determinado público, sino que por su propia esencia, están en capacidad de adaptarse a todo público y contexto.

5. Resistidos pese a su origen

Si bien se conocía su origen, contenido y objetivo, no todos veían los evangelios con agrado, no porque fuesen insuficientes, sino porque se daba más crédito a la tradición oral, más “de moda” entonces (siglos II – III dC.)

“Si acaso venía alguno que hubiese seguido a los presbíteros, buscaba conocer las palabras de los presbíteros, qué cosa habían dicho Andrés, o Pedro, o Felipe, o Tomás, o Santiago, o Juan, o Mateo, o cualquier otro de los discípulos del Señor; y qué cosa decían Aristión y el presbítero Juan, discípulos del Señor. Pensaba que las cosas (que provenían) de los libros no me probaban tanto como las cosas (oídas) de las voces vivas y duraderas” (Eusebio, Storia della Chiesa, trad., L. Tescaroli, Roma 1999)”

Si bien los escritos eran vistos con cierto recelo, ambas posiciones no son del todo contradictorias, dado que se complementan; ¿cómo es esto?: si bien inicialmente el mensaje se transmitió oralmente, con el paso de los años, se vio la necesidad de preservar de forma íntegra y fiel, el mensaje y la vida de Jesús, a fin de que en el futuro, este fuese dado a conocer en su totalidad. Muestra de esto es que ya en el siglo II, los Padres Apologistas, recurrían frecuentemente a los escritos para dar razón de la fe cristiana. Ejemplo: (cf. Ireneo de Lyon. A. H.: si bien todos los evangelios son citados por Ireneo como “Escrituras” (Ireneo menciona los cuatro evangelios canónicos, y no cita pasajes, él que demuestra que los conocía, y en la forma en la que nosotros los tenemos: III. 14.2 – Lc. 1,2; III. 16.2 – Mt. 1, 1-2; III. 16.3 – Mc. 1,1). Ireneo es capaz de citar los evangelios tanto literal como libremente (ej. Mt 11,27 es citado de tres modos diversos en IV. 6,1 [“... el Señor decía: ‘Ninguno conoce al Hijo sino el Padre y ninguno conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar’ ”]; 3 [“decía a los apóstoles: ‘Ninguno conoce al Padre sino el Hijo, ni al Hijo sino el Padre y aquellos a los que el Hijo lo revelará’ ”]; 7 [el Señor decía: ‘Ninguno conoce al Padre sino el Hijo, ni al Hijo sino el Padre y aquellos a los que el Hijo le revelará”]).

6. Defensa Temprana

Por esto nos fueron dados cuatro testamentos al género humano: uno antes del diluvio, en tiempos de Adán, el segundo después del diluvio, en tiempo de Noé; el tercero, que es la legislación, en tiempos de Moisés; el cuarto es aquél que renueva al hombre y recapitula en sí todas las cosas, aquel que llega mediante el Evangelio y eleva y hace volar a los hombres hacia el reino celestial.

(Ireneo de Lyon, Contra las herejías y los otros escritos, Introducción, traducción, notas a cargo de E. Bellini, Milán 1981).

Es de admirar como desde los comienzos, uno de los aspectos de fe que más se defienden, es sin lugar a dudas, la tradición “cuadriforme” del evangelio. Si bien hubo defensores anteriores a Ireneo, es importante resaltar su labor, dado que él, fue quien, partiendo incluso del Antiguo Testamento (cf. Ezequiel, las cuatro figuras), se encargó de defender, no solo la canonicidad de las cuatro versiones del evangelio, sino también, su uso en la predicación, la liturgia y la vida misma de los fieles.

Pero acaso ¿siempre estuvieron juntos? ¿Se puede asegurar que los cuatro ya formaban por decirlo de algún modo una “colección”?.

Sí y no. Si bien ya en tiempo de Justino (mediados del siglo II) ya había grupos que contenían los cuatro, había otros que solo contenían dos o tres.

Para concluir este apartado, tomo prestado el siguiente fragmento de la obra de Lászlo T. Simon, OSB. Los Evangelios Sinópticos. Pág. 41:

Podemos acercarnos al problema desde otro ángulo. Por cuanto se refiere a Justino, surge la pregunta, ¿anticipa la adopción del evangelio cuadriforme, o más bien la armonía de su alumno, Taziano? En la 1Apol 66-67 recurre al vocablo “evangelios” (en plural verosímilmente por primera vez en la historia del cristianismo); en el Dialogo 98-107 habla de la “memoria de los apóstoles”. Justino subraya su carácter de textos escritos. ¿Cuántos evangelios aceptó Justino? Tanto en la Apología, como en el Dialogo, las memorias son identificadas con los evangelios escritos. (En las memorias que hemos dicho que han sido compuestas por los apóstoles y por sus discípulos). Este paso implica que, según Justino, eran al menos cuatro (cf. TREGELLES, 1867: 16.71; STANTON, 1997: 330): dado que no hay ninguna evidencia de que Justino conociese evangelios no canónicos, podemos estar seguros de que tenía en mente a Mateo, Marcos, Lucas y Juan, ni uno más ni uno menos. La palabra “evangelio” (en singular) aparece solo dos veces: Dialogo 10,2; 100,1. En ambos casos, Justino habrá tenido en mente tradiciones escritas, A diferencia de Ireneo, Justino no se interesa ni de los autores ni de las características de los evangelios individuales. Aún más, como Ireneo, también Justino conoce al menos cuatro “memorias”, evangelios escritos, los cuales pueden ser citados juntos como “el evangelio”.

Grosso modo, el evangelio, al ser de origen apostólico, directo o no, brinda los elementos de juicio más cercanos sobre Jesús, de tal forma que al abordarlo y mejor aún, conocerlo desde cuatro perspectivas diversas, al tiempo que unidireccionales, se pueda elaborar un juicio, no solo desde la fe, sino también, desde la razón a la hora de indagar sobre la persona, que cambió la historia.

Ningún texto en el mundo, se interpreta y vive por sí mismo, ni siquiera los propios evangelios son ajenos a esta realidad. Es por eso que cada persona, sea creyente o no, al acercarse a estos, sea capaz de descubrir, más allá de lo que allí se plasma, como en la historia diaria, hay algo que transforma la vida, le da sentido y la complementa permanentemente.

Los evangelios no son libros de ayer. Son de siempre, porque constantemente nos hablan, no se limitan a fórmulas o dogmatismos cerrados. Siempre están comunicando, depende de nosotros saber interpretar qué se nos da a conocer.