sábado, 8 de agosto de 2009

ARQUEOLOGÍA BÍBLICA (Antiguo Testamento)

Por: Álvaro Hernán Rincón Fresneda
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA FUNLAM.

La arqueología israelita y la historicidad de los libros del Antiguo Testamento (1)

Si partimos de la base que sostiene que los libros del Antiguo Testamento no son históricos (Finkelstein y Asher) debemos tener en cuenta que esto no tiene por qué restarles importancia como libros sagrados más allá de que su contenido histórico no sea del todo exacto.

Las investigaciones arqueológicas dan muestra por ejemplo de que el periodo de los patriarcas, es más que todo una creación literaria, carente de soporte real en cuanto a la existencia de los mismos, sus actos y descendencia. Sumado a esto está el hecho de que su vida se basaba en comportamientos tomados de las tribus pastoriles y nómadas beduinos del próximo Oriente.

Al iniciar su trabajo, la arqueología bíblica se propuso confirmar con las excavaciones y hallazgos, que todo lo referente a la vida del pueblo de Israel y por ende a la redacción del Antiguo Testamento, se podía corroborar. Ejemplo, el hallazgo de Ur de Caldea, lugar de nacimiento de Abraham, y otros tantos lugares de Mesopotamia ubicados en la media luna fértil. No son pocos quienes afirman que a pesar de que los textos del AT, fueron redactados mucho después de ocurridos los hechos, esto no resta historicidad a los sucesos y personajes allí plasmados. El problema comenzó cuando se trató de la coincidencia de fechas y años, en determinados sucesos (descenso de Abraham a Canaán, en el 2100 a. C, según la cronología bíblica, pude en realidad referirse a cualquier otra época) otro ejemplo se refiere al uso del camello como medio de transporte, según el Génesis se usaban ya para transportar mercancía (siglo XI a. C.) cuando los registro indican en verdad que se usaron a partir del siglo VIII a. C.) Y así otros tantos ejemplos.

En cuanto al origen del Pentateuco como tal, se sitúa alrededor de los siglos VII y VI a. C., donde la genialidad de los distintos hagiógrafos, radicó en unificar las historias más antiguas, (datadas probablemente hacia el siglo IX a. C.) tales como la de los patriarcas, con las existentes en la época de su composición.

Además del Génesis, resalta por su composición y desarrollo histórico, el libro del Éxodo, donde la huida maravillosa de los israelitas, y la revelación de la Ley en el Sinaí, forman el eje conductor del texto. Por demás, hay que decir que la arqueología bíblica, se ha encargado de demostrar la superpoblación israelita en Egipto, proveniente de Canaán, o sea, por el Oriente, aproximadamente entre la edad de bronce y las últimas etapas de la edad del hierro que coincidió con la llegada de los hicsos hacia el siglo XVI a. C., vale recordar como en el Génesis se narra la llaga de la familia de Jacob a Egipto durante el mandato de su hijo José, hecho carente de datación certera. Por el contrario, el siglo XIII a. C., parece ser una fecha congruente con varios hechos relatados en el Éxodo donde se hace referencia a la condición de esclavos de los israelitas al tiempo que concuerda con la construcción de la ciudad de Pi Ramsés. A esto se le suma, la mención que se hace de un pueblo llamado Israel en Canaán, asolado por una campaña militar, en la estela de Memeptah hijo de Ramsés II, hacia el siglo XIII a. C.

En este punto, incluso se duda de la huida de un pueblo numeroso y más que haya durado 40 años vagando por el desierto, ya que incluso se ha rastreado esta zona, sin que aparezca una sola huella que haga referencia a un éxodo masivo en la época arriba mencionada, las cuales si aparecen durante los periodos helénico y bizantino.

A la luz de lo estudiado y aportado por Finkelstein y Asher, el éxodo es resultado de una mezcla de elementos históricos y geográficos de épocas diferentes, lo cual hace difícil datar y ubicar con certeza, fechas y lugares donde se desarrollaron los diversos sucesos que en él se narran. Por ejemplo, no se conoce exactamente durante el reinado de que faraón se produjo la salida de los israelitas (Ramsés, Sheshak, Necao)

Ahora bien, cuando se busca una fecha aproximada durante la cual se compuso el éxodo, se apunta hacia el siglo VII a. C., ya que el escenario de la llamada Historia de José, y su uso de nombres y personajes muy recordados por los egipcios, tales como Putifar, así, como los lugares de peregrinación israelíes como: Qadesh Barnea, Gheber, entre otros. Aquí vale recordar que ya desde antes de esta posible fecha de composición, hay trozos de una Historia del Éxodo que aparecen por la época del profeta Amós y Oseas, que menciona el paso por el desierto (aprox. Siglo VIII a. C.)

Ahora bien, si vemos al libro del éxodo mas como una expresión teológica y humana de cambio y libertad de un pueblo oprimido, más que como un texto histórico científicamente hablando, no será tan difícil asimilar que muchos de los sucesos, personas, y lugares, no corresponden ciento por ciento con la realidad, fruto de la arqueología y la historia.












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