lunes, 20 de abril de 2009

NOTAS LITÚRGICAS (VESTIDOS LITÚRGICOS)

El que los ministros se revistan de un modo diferenciado en la celebración no tiene una finalidad en si misma, como si estos vestidos fueran algo sagrado. Tienen una función pedagógica:El vestido no sólo es una necesidad práctica para cubrirse y estar cómodo.
El vestido REVELA y SIGNIFICA. Por eso, en todos los pueblos se usan "señales exteriores" que "significan" jerarquía y funciones dentro de esa sociedad; magistrados, militares, médicos, maestros... etc.
De igual manera, en la Iglesia, se distinguen las diversas categorías de ministros, identificándolos según el ministerio que realizan para con la comunidad, además, contribuyen al decoro y a la estética festiva de la celebración, y ayudan a entender el misterio que se celebra.

LOS COLORES LITÚRGICOS
Fue el papa Inocencio III (1198-1216) quien esbozó el uso de los colores litúrgicos que utilizamos actualmente en las celebraciones de la Iglesia. (Verde, morado, blanco, rojo). Este papa basó su simbolismo sobre las interpretaciones alegóricas de Los colores y las flores mencionados en la Escritura, especialmente en el libro del Cantar de los Cantares, donde los colores juegan un importante papel en toda la narración.Las recomendaciones de Inocencio III se hicieron oficiales en el año 1570, durante el pontificado de Pío V. Pero: ¿Qué simbolizan los colores que utilizamos en la liturgia? VERDE: simboliza la esperanza. Para los pueblos antiguos, el verde era la primavera, la vegetación, el renacimiento, la esperanza de una cosecha abundante. La palabra "verde" proviene de la palabra latina "viride", que significa "fresco", "lozano" o "floreciente". Este color se utiliza en la liturgia en el "tiempo ordinario", que son los días en que no se celebra ninguna fiesta especial. BLANCO: simboliza la pureza y la alegría. El blanco se utiliza en el tiempo de Navidad y Pascua y para las fiestas de la Ascensión de Jesús al cielo y la Epifanía, en definitiva, los eventos que no conmemoran la pasión y muerte de Cristo. También se utiliza en las festividades de la Virgen María, de los ángeles y de los santos que no fueron martirizados. La Palabra "blanco" parece provenir del antiguo alemán, de la palabra "blank". VIOLETA o PÚRPURA: simbolizan penitencia y el duelo. Se llevan durante la Semana Santa, los domingos de Cuaresma y en los cuatro domingos de Adviento. El violeta era el color preferido para las túnicas de los antiguos reyes. La palabra "púrpura" proviene del griego "porphyra", una especie de marisco del que se obtiene un tinte de este color. La palabra "violeta" proviene del latín "viola", el nombre de una planta púrpura azulada. ROJO: simboliza el fuego, la sangre y la realeza. Este color se puede ver durante las celebraciones de la Pasión, incluido el viernes Santo, y en los días en que se conmemoran las muertes de los mártires, los apóstoles y los evangelistas. Siendo el color del fuego, es la elección natural para Pentecostés, al simbolizar el ígneo descenso del Espíritu Santo. La Palabra "rojo" proviene del latín, concretamente de la palabra "russus".


ORIGEN Y USO
Pero, ¿De dónde viene el uso de ciertos vestidos para las celebraciones litúrgicas?
Antes de responder a esta pregunta, hay que recordar que en los primeros siglos no era tan importante usar ciertos trajes para el culto, pero en todo caso, lo hacían con los trajes normales de fiesta que usaban los romanos.
Cuando éstas dejaron de usarse en el entorno social, las Iglesia las conservó en el culto, y de ahí se originó su uso en la liturgia, imprimiéndole cierto carácter pedagógico.

Ahora bien, teniendo claro que el origen de las vestiduras sagradas se remonta a las mismas vestiduras de uso común entre los romanos, hay que decir que estos ornamentos, con múltiples pero pequeñas variantes de índole práctica y artística, son los mismos hasta el día de hoy

VESTIDOS LITURGICOS
ALBA: Del latín “alba”, “blanca”. Es el vestido que se considera básico para todos los ministros en la celebración litúrgica, desde los acólitos hasta el presidente. Deriva de las túnicas antiguas, blancas, hasta los pies, que se perdieron en el uso civil, pero que se consideró que podían utilizarse simbólicamente en el culto, expresando con el vestido diferente de los ministros la diferencia entre la vida la vida profana y la celebración

BÁCULO:”viene del latín “baculum, baculus”, en diminutivo “bacilus”, que significa bastón, cayado. En sentido figurado y simbólico pasó a indicar “apoyo”, por su función de ayuda para camina, y sobretodo “autoridad”, por el paralelo con la vara.
En el ámbito eclesiástico el báculo pasó a ser la insignia simbólica del obispo como pastor de la comunidad cristiana.
En la liturgia hispánica, ya en el siglo VII. En Roma, más tarde, tal vez en el IX.

CASULLA: En latín casulla significa casa pequeña o tienda. En el antiguo uso romano, era la vestimenta característica de la nobleza, que la usaba sobre todo en invierno, debido a lo amplia que era.
Actualmente, es esta la vestidura que el sacerdote y el obispo se revisten por encima del alba y la estola, a modo de capa o manto amplio, abierta por ambos lados y con un hueco para la cabeza.
En la historia ha tenido formas nobles y amplias. La casulla es la vestidura que caracteriza al que preside la Eucaristía.

CÍNGULO: La palabra latina “cingulum” viene de “cingere”, ceñir. El cíngulo o ceñidor es un complemento necesario para ciertos vestidos amplios como la túnica o el alba, para ceñirlos mejor a la cintura y facilitar el movimiento.A veces tiene forma de cordón y otras de cinta más o menos anchas. Los orientales usan la “zona”, más adornada y colorista. Actualmente los ministros que usan alba se ponen el cíngulo, a no ser que ya de otro modo, por la forma misma del alba, se provea a su estética y funcionalidad.

DALMÁTICA: En Roma, ya en los siglos II – III, se llamó dalmática a una túnica blanca exterior, con mangas anchas y adornadas de varias maneras, por ejemplo con dos franjas verticales púrpuras. Provenía de Dalmacia y se convirtió en un vestido propio de senadores y otras personas distinguidas.Muy pronto pasó al uso cristiano. A partir del siglo IV se hizo característica de los obispos y más tarde también de los diáconos.
En la ordenación de diáconos un gesto complementario del sacramento es la imposición de la dalmática.

ESTOLA: En el uso latino antiguo se empleaba a veces para designar vestidos significativos o simbólicos. En la Roma Imperial, era usada por los oradores en la plaza, que la empleaban para secarse el sudor (os-oris), y su uso entró en la Iglesia, a partir del siglo V.
Actualmente, la estola es común en todos los ministros ordenados.

Es, por tanto, un distintivo de los ministros que resalta la función sagrada que realizan. En la ordenación del diácono uno de los gestos complementarios es la imposición de la estola.

MITRA: es la insignia característica de los obispos. Su origen se remonta a tierra persa, posteriormente pasó al uso romano, donde la clase distinguida ya la usaba como signo de su origen noble y distintivo de honor y alta dignidad. Pasó con naturalidad al uso eclesiástico, primero reservada al papa, a partir del siglo IV, y luego (a partir del siglo X-XI) concedida a los obispos y abades. Actualmente la mitra es característica de los obispos y de los abades mitrados.

PALIO: .En el imperio romano era un distintivo para los que el emperador quería honrar, y luego pasó a honrar al papa y a los obispos a quien el papa se lo concedía. Hoy se impone a los arzobispos como “signo de la autoridad metropolitana y símbolo de unidad y estimulo de fortaleza. Es una tira de tela blanca, con seis cruces, que cuelga del cuello sobre los hombros, a modo de collar o bufanda, con dos puntas que caen una por delante y otra por detrás.

SOLIDEO: De las palabras latinas “soli Deo”, “sólo a Dios”, se llama “solideo” al casquete de seda o tela ligera que se ponen algunas personas tapando la coronilla de la cabeza. Empezó a generalizarse su uso hacia el siglo XIV. Al principio cubría toda la cabeza. Fue en la época barroca cuando se redujo a su actual forma redonda y pequeña. Se distingue ahora por su color: el papa usa solideo blanco. Los cardenales, rojo. Los obispos, morado. Otros prelados y clérigos, negro.



VELO HUMERAL: “Humeral” viene del hueso del brazo llamado “humerus”, entre el codo y el hombro.
Su uso se remonta a las capas usadas por el emperador y demás dignatarios romanos, como signo de su dignidad y rango, pasó al uso eclesial, a partir del siglo VII, aprox.
Suele ser un velo de unos dos metros de longitud y más de medio metro de anchura, sujetado por delante con un broche, cubre los hombros y con cuyas puntas se toma la custodia o el copón, con el clásico gesto de no tocar con las manos algo que se considera muy digno de reverencia como la Eucaristía.

Hay otros ornamentos y vestimentas, pero aquí solo hago referencia a los más significativos, referentes a las celebraciones litúrgicas de mayor solemnidad.




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